El Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Torrejón, perteneciente a la red pública de la Comunidad de Madrid, destaca que los beneficios de la alimentación para la salud cerebral permiten «mejorar los parámetros metabólicos del cerebro por medio de la microbiota, reducen la neuroinflamación y ralentizan la degradación cerebral; además de mejorar la salud cardiovascular».
Diferentes estudios observacionales y ensayos con intervención destacan el impacto de la dieta en la cognición, es decir, en el conjunto de procesos mentales que incluyen la percepción, el pensamiento, la memoria, la atención, el lenguaje y la resolución de problemas.
Todos estos factores se abordarán en la próxima sesión de la Escuela de Neurología, que se celebra el próximo miércoles, 19 de marzo a las 16:00 en el centro torrejonero.
La alimentación neurosaludable, clave
«Una dieta saludable puede facilitar la expresión de mecanismos protectores y el mantenimiento de áreas sanas del cerebro que, de algún modo, demoren la aparición de fenómenos degenerativos y su impacto en la calidad de vida», explica la Dra. Miriam Eimil, Neuróloga del Hospital Universitario de Torrejón.
De esta manera, la alimentación neurosaludable juega un papel fundamental en la prevención de la salud cerebral y debe implementarse a lo largo de la vida y no cuando la demencia ya está instaurada, ya que “hay poco margen de mejora”.
“En las personas con demencia, el interés alimentario se debe centrar más en evitar en la medida de lo posible la desnutrición”, explica la doctora, ya que suele ser común en algunas demencias como el Alzheimer. De hecho, la alimentación también juega un papel fundamental en el polo opuesto, siendo la obesidad un factor potencial para desarrollar esta enfermedad.
Las dietas neurosaludables son regímenes alimenticios diseñados específicamente para promover la salud del cerebro y mejorar las funciones cognitivas, basándose en el consumo de alimentos ricos en nutrientes que han demostrado tener beneficios para la salud cerebral y la función cognitiva.
Azúcares procesados y comidas industriales, lejos
“Si revisamos las dietas que han demostrado poder prevenir la aparición clínica del Alzheimer, los elementos comunes serían la abundancia de verduras, especialmente de hoja verde, frutos rojos, aceite de oliva, legumbres, proteínas de pescado, más que de carne blanca y mucho más que de carnes rojas y cereales con un componente integral de más del 80”, detalla la Doctora Eimil. “Los prohibidos, o casi prohibidos, son los azúcares procesados y las comidas industriales”, recalca.
A pesar de que la alimentación saludable puede ayudar a mantener una buena salud cerebral, es importante destacar que “no existen los superalimentos y tampoco los supercomplementos”, ya que ninguno ha demostrado de manera tajante ningún resultado.
“Es preferible consumir alimentos que contengan Omega-3 como el pescado”, añade la neuróloga.
A través de su Escuela de Neurología, el Hospital Universitario de Torrejón abordará el próximo miércoles, 19 de marzo a las 16:00 la importancia de la alimentación y sus efectos en la salud neurológica, dando diferentes herramientas y medidas beneficiosas que pueden ayudar a mantener una dieta equilibrada y seguir una propuesta de menú neurosaludable. Para ello, contarán con la ponencia de la Doctora Sari Arponen, Doctora en Ciencias Biomédicas, internista, docente, divulgadora y escritora.
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