El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz se suma al Día Nacional de la Epilepsia, que se celebra hoy, 24 de mayo, iluminando esta noche la fachada del Consistorio de color naranja para dar visibilidad a esta enfermedad. En España padecen epilepsia unas 400.000 personas y cada año se detectan alrededor de 22.000 nuevos casos.
El 24 de mayo es el Día Nacional de la Epilepsia, una fecha que desde el año 2006 se conmemora en España con el objetivo de fomentar la concienciación sobre esta enfermedad neurológica. La epilepsia es una alteración cerebral caracterizada por la predisposición para generar en quien la padece crisis epilépticas. La edad, unida al aumento de otras enfermedades que pueden ser causa de epilepsia, como tumores, ictus o demencia, es un factor que incrementa el riesgo para desarrollar esta enfermedad.
Es importante conocer cómo se debe actuar en una crisis epiléptica: nunca hay que sujetar a la persona para que no convulsione, ni introducirle nada en la boca. Lo más importante es retirar los objetos de alrededor con los que se pueda golpear y tratar de situar a la persona en posición lateral, sin forzar. Si es la primera crisis epiléptica que sufre, si persiste después de 5 minutos o se repite enseguida, o si no recupera por completo la conciencia después de la crisis o va acompañada de otros síntomas como fiebre, vómitos, problemas respiratorios, etc. hay que acudir a Urgencias.
Las crisis epilépticas representan el 1-2% de las urgencias médicas (el 1% en adultos y el 2% en niños) y son la segunda causa de asistencia neurológica en emergencias, la segunda causa de consulta ambulatoria neurológica, y la tercera causa neurológica de hospitalización, no sólo debido a la presencia de crisis epilépticas sino por los accidentes derivados.
El pronóstico de los pacientes al inicio de su epilepsia puede categorizarse en tres grupos: remisión sin tratamiento, remisión con tratamiento o presentar crisis epilépticas persistentes a pesar del tratamiento. La enfermedad remite de forma espontánea en un 4% de los pacientes adultos al año –en niños esta cifra es aún mayor- y más de un 70% de los pacientes consiguen controlar su enfermedad gracias al tratamiento farmacológico existente, aproximadamente el 25% de los pacientes son farmacorresistentes, es decir, no consiguen controlar sus crisis epilépticas y su expectativa de vida está reducida entre 2 y 10 años, y su tasa de mortalidad es 2-3 veces mayor que la de la población general.