Hace poco más de un mes, un viernes cualquiera, tenía un plan muy especial, ver una obra de teatro en la que mi propia abuela formaba parte del elenco, “Doña Concha y Don Paco”. Ella junto a varias mujeres más se unieron para formar un grupo de teatro llamado “El Calambuco”, dirigido por Ramona Palomares, y perteneciente a la asociación cultural el Círculo Extremeño.
Sin embargo, antes de conocer la historia del grupo de teatro, cabe conocer la historia de la asociación que da lugar a este, el Círculo Extremeño, que nació hace unos 40 años sirviendo como punto de encuentro para aquel grupo de extremeños que dejaron sus respectivos pueblos atrás, y emigraron a nuestra ahora ciudad, Torrejón de Ardoz.
Debido a que mi familia siempre perteneció y estuvo relacionada a este, tras acudir a la obra de teatro, me surgió una gran curiosidad por conocer cómo se había formado una asociación con tal oferta cultural y que acompaña sobre todo día a día a cientos de extremeños y familiares, ya madrileños, a los que sus padres y abuelos les han trasladado un legado muy rico en cuanto a tradición y cultura extremeña.
Por ello hablé con mis abuelos, Anselma Morales y Blas Carrasco, y me hicieron viajar atrás en el tiempo contándome detalladamente como empezó todo allá por los años 80. Me comentaban que había un vacío en Torrejón, no existía una asociación extremeña, al contrario que en otros pueblos madrileños. Nació entonces el Círculo Extremeño por medio de Pepín Fernández, que llevaba en ese entonces el Hostal Torrejón, y allí le dio un espacio para que las personas pudiesen asociarse al Círculo.
A partir de ahí surgió el grupo de baile que perdura hasta hoy, “Los Conquistadores”, al que Anselma confiesa haberle bautizado con ese nombre. Trasladarían su sede en varias ocasiones hasta terminar en la actual, en la Calle Río Pelayo.
Pero no solo existía en la asociación el baile, me comentaban también que contaban incluso con un equipo de fútbol federado, y una revista que servía como espacio publicitario, financiando así traslados del equipo, árbitros, o los trajes para el grupo de baile, entre otras cosas. Actuaban continuamente, algunas veces, en otras casas de la cultura extremeñas alrededor de Madrid, pero sobre todo en Torrejón, en las fiestas de los barrios y en la Plaza Mayor, y así hasta día de hoy.
Actualmente, la variedad en las actividades ha aumentado, catas de vinos, club de lectura, talleres… Y otras muchas más actividades que hacen de la asociación una referencia en Torrejón. Bien, centrándonos en lo que refiere al grupo de teatro Anselma me contó que ya habían intentado varias veces formarlo, pero que no lo habían conseguido hasta ahora. Le propusieron ser directora a Ramona, que contaba ya con algo de experiencia en la dirección y en la escritura, y esta aceptó.
Fue entonces cuando realizaron un preestreno de su trabajo en el Círculo Extremeño, que sorprendió agradablemente a los asistentes. Meses después, llegó el momento, debutaron en la Casa de la Cultura de Torrejón con un sainete llamado “Doña Concha y Don Paco”, una divertida comedia sobre una pareja en el Madrid de los años 60. El resto es historia, yo mismo estaba allí y puedo confirmar que el teatro vibró y disfrutó enormemente de la actuación, riendo a carcajadas en todo momento y pasando una placentera experiencia.
Fue emocionante y vimos a las actrices muy entregadas a la obra, y sobre todo disfrutando de actuar delante de una sala que rozó el aforo completo. Tiene un valor incalculable su trabajo, ya que como me pudo contar Anselma, se juntan solamente una hora a la semana y ensayan.
Nos desvela Anselma, por último, que ya están trabajando en una nueva obra que estrenarán próximamente, que consistirá en una adaptación de una obra de los hermanos Álvarez Quintero. Por ello animo a todo el que quiera disfrutar del buen teatro a que se acerque a disfrutar de este prometedor grupo cuando se materialice el estreno.
“El Calambuco” ya forma parte de la historia cultural de Torrejón de Ardoz e ilusiona a los aficionados del teatro que pudieron disfrutar de “Doña Concha y Don Paco”.