El pasado sábado 11 de enero de 2025, pudimos presenciar centenares de torrejoneros en el José María Rodero, una comedia dramática de Marc de la Varga, “Goteras”. Todos los que acudimos pudimos percibir el gran ambiente cultural que envolvió al teatro, que rozó el aforo completo, y recibió de forma muy positiva la obra dirigida por Borja Rodríguez e interpretada por los actores consagrados Fernando Albizu, Gonzalo Ramos, y Gloria Albalate.
“Toni es un joven dramaturgo con un futuro prometedor. Una noche cualquiera, aparecen unas goteras en su techo. Lo que debería ser un simple accidente doméstico se convierte en el momento más importante de su vida, cuando descubre que su vecino es él mismo treinta años más tarde.”
La sinopsis narra así al espectador la historia que le acompañará durante unos amenos 80 minutos llenos de carcajadas, sorpresas, y sobre todo reflexiones de carácter personal y social.
Toni (Gonzalo Ramos), enfrentándose al problema de las goteras, sube a casa de su vecino (Fernando Albizu) para solucionarlo y ayudarle a limpiar el desastre, ya que se trata de un hombre mayor lastrado por los problemas físicos.
Durante el tiempo que pasan juntos comienzan a conocerse, y es entonces cuando acontecen distintas casualidades, que empiezan a inquietar a Toni. Su vecino, 30 años más mayor que él, comparte el mismo nombre, se dedicó en el pasado a la escritura de guiones, tuvo una expareja con el mismo nombre, y también tiene un sobrino que se llama Pablo. Saltan las alarmas en ese instante, y ambos se dan cuenta de que son la misma persona.
Entran en juego en ese momento miles de preguntas que tienen ambos, sobre todo el joven Toni, que abrumado por descubrir su “yo” futuro, no hace más que plantearse los errores que frustraron sus altas expectativas. A continuación, se plantean ambos que decisión pudo marcar las malas elecciones que se tomarían posteriormente en el futuro, para que así el Toni más joven pueda corregirlas y cambiar su rumbo. En escena entrará Gloria Albalate, haciendo de un Toni que decidió cambiar su género, aportándole frescor y simpatía a la obra.
A partir de ahí, emergen en un viaje de situaciones disparatadas ambos personajes, donde comprenderán que la verdadera esencia de la vida no está en el final, sino en el camino y las vivencias que te llevan a él.
No se deja de lado en la obra tampoco la crítica social, enfocada en la precariedad en el mundo de la cultura y el arte, y con algún guiño al problema de la gentrificación. También, por supuesto, hay que destacar la inclusión del tema de la identidad transgénero, representado a través de Gloria Albalate.
Ofrece así la comedia profundidad, haciendo reflexionar a un espectador con la guardia baja, tras una gran dosis de carcajadas.
Se puede afirmar, sin ningún tipo de pudor, que la mayoría de asistentes salieron el sábado del José María Rodero con una sonrisa en el rostro. La cultura alegró así la noche a los torrejoneros una vez más, destacando la presencia de aficionados al teatro de todas las edades, desde los más jóvenes hasta los más experimentados.
- Crónica de Carlos Vallejo