Unas 500 personas se han concentrado frente al centro de especialidades de la Avenida de Madrid para pedir a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “la apertura inmediata de los SUAPs, más personal en los centros sanitarios y una reversión de todos los recortes”.
La concentración ha sido convocada por la Coordinadora de Organizaciones en Defensa de la Sanidad Pública de Torrejón de Ardoz formada por Anticapitalistas, CCOO, IU, Más Madrid, PCE, PEPTA (Plataforma por la Educación Pública de Torrejón de Ardoz), Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Torrejón de Ardoz, Podemos, PSOE y UGT.
El portavoz del PSOE de Torrejón de Ardoz, Javier Castillo, destacó que una vez más «la ciudadanía de Torrejón gritó alto y claro que no se va a quedar impasible ante el cierre de las urgencias de las Veredillas».
Pablo Aceña, portavoz de la Coordinadora inició la protesta: «Seguimos aquí, porque continua el maltrato continuo que sufre la Atención Primaria, que ya estaba desbordada antes de la explosión del virus. Porque las urgencias siguen cerradas, a pesar de las mentiras que Ayuso y el partido popular nos cuentan».
«Porque, al margen de tener que ir por la noche, o en festivos al hospital, con lo que saturamos este servicio, que ha de estar para otras cosas, nuestra vida y nuestra salud siguen en riesgo constante. Porque nuestra dignidad nos impulsa a salir a la calle para defender nuestros derechos. Porque la política ideológica de la presidenta Ayuso, está derivando millones y millones de euros a la sanidad privada, mientras las urgencias de atención primaria siguen cerradas», continuó.
Y prosiguió: «Porque nos sentimos estafadas, estafados. Porque queremos defender los derechos de toda la población. Porque cada día se hace más insoportable nuestra indignación. Porque queremos animaros a poner quejas formalmente cuando estemos esperando en las urgencias del hospital saturado, lo que es peligroso para la salud de todas, de todos y extremadamente estresante para las y los profesionales sanitarios desbordados. Porque tener las urgencias cerradas significa empujarnos a tener que resolver individualmente con nuestro dinero, lo que no resuelve la señora Ayuso con su gestión de privatizaciones».
«En todos los pueblos, miles de personas, constantemente, reclaman mejor servicio sanitario que pagamos con el dinero de nuestros impuestos. Porque somos pacientes, pero se nos acaba la paciencia y la protesta no se va de vacaciones, mientras la señora Ayuso tenga puestos los pies en el país de las maravillas y la cabeza en sus negocios que nos empobrecen. Porque todas y todos tenemos los pies puestos en la realidad y la debemos transformar para que todas las personas tengan acceso a una sanidad pública y de calidad», concluyó Aceña.
Seguidamente, en representación de la Plataforma del Henares, Eloy Rodríguez, incidió en «la necesidad de la perseverancia de esta lucha, no solo por la reapertura de los SUAP, sino contra la privatización de la Sanidad Pública, ya que van a por nosotros y nos debemos dejar llevar por los últimos anuncios de Ayuso que pretenden desmovilizar y engañar a la población».
Comunicado de la concentración
A continuación, Mercedes Gómez, educadora social, trabajadora en el ámbito de la salud mental de la Comunidad de Madrid dio lectura al siguiente comunicado:
SEGUIMOS LUCHANDO POR LA SANIDAD PÚBLICA, Y POR LA VIDA…
Ya hemos hablado mucho de cifras, que hemos repetido hasta la saciedad.
Conviene hablar de las personas:
De Marta, que se ve obligada a coger un taxi por la noche, e ir al hospital con su hija que se ha cortado en un dedo y ha de estar allí varias horas, cuando podía haber sido atendida en la urgencias del centro de salud rápidamente.
De Andrés, un hombre ya mayor, enfermo crónico, que de la noche a la mañana se entera de que ya no tiene médico asignado y le atenderá uno cada vez.
De Concha, que lleva meses en lista de espera, como más de 800.000 personas, para unas pruebas diagnósticas, sufriendo constantes dolores
De Luis, que murió antes de que le pudieran operar, porque los hospitales están saturados.
De Alejandra, una niña, con una enfermedad rara, a causa de lo cual, su madre ha tenido que pedir un préstamo para ir a la sanidad privada, porque la pública está colapsada.
De Adrián, que sabe que algo le pasa, pero está desesperado para que le vea un especialista dentro de 9 meses.
De Elsa, que llora desconsolada la muerte de su madre, porque la ambulancia no llegó a tiempo ante un infarto.
De Beatriz, médica de atención primaria, que sobrevivió a los primeros meses de la pandemia, doblando turnos sin apenas material, y hoy se encuentra de baja por depresión, motivada por la tensión y la impotencia de su carga de trabajo, porque miles de sus compañeras/os han sido despedidas.
De Fernando, médico contratado en condiciones deplorables.
En los momentos más dramáticos de la pandemia, se hizo muy popular eso de que “ibamos a salir mejor de esta crisis”. Desde el punto de vista sanitario de la Comunidad de Madrid, con el gobierno del Partido Popular de Ayuso, nada más lejos de la realidad. Al contrario, están aplicando la “doctrina de shock” consistente en aprovechar acontecimientos traumáticos para poner en marcha políticas contra la población, en detrimento de los avances sociales que benefician a las mayorías; políticas de sesgo neoliberal, que priman el individualismo, el desmantelamiento de lo público, las privatizaciones, y los continuos recortes sociales. Todo ello apoyado en campañas mediáticas, con un profundo tufo sociópata, caracterizadas por la hostilidad, la impulsividad visceral y conductas antisociales, que convierten a Ayuso en una verdadera antisistema.
Los reiterativos mensajes de bajar impuestos, son el caldo de cultivo para fomentar recortes en los servicios públicos, que acaban arrojando a la pobreza y la precariedad a la clase trabajadora. Recortes y precariedades que producen muertes.
Ayuso responde a las múltiples protestas sociales por el cierre de los SUAP (las urgencias de atención primaria, el centro de salud al que podíamos asistir hasta marzo de 2020, por las noches y en festivos), con mentiras descaradas, diciendo que estaban abiertos, y los quiere “reorganizar”, inventándose otra cosa, los PAC (Puntos de Atención Continuada) que son puntos de asistencia sin médicas ni médicos; al tiempo que la atención primaria “normal” la del médico o médica de familia ha roto precisamente su “continuidad”. Eso destruye el necesario vínculo paciente-médico, destroza precisamente la continuidad del sistema sanitario.
Progresivamente aumenta el cinismo de Ayuso y su gobierno, entendiendo el cinismo, como la actitud de quien miente y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación.
Hemos perdido mucho. Debido a la pandemia, más de 108.000 familias han sufrido la muerte de sus seres queridos en nuestro país; de las cuales, casi 19.000 en Madrid, y esto no ha acabado.
La presidenta Ayuso ha perdido la vergüenza; y a muchas madrileñas y madrileños nos abochorna cuando se envuelve en la bandera de una libertad prostituida por la desigualdad y la injusticia social. Nos sonroja que se confunda tomar cañas con vivir con dignidad y que encima se pavonee por ello.
Se han “perdido“ muchos millones de euros públicos que han ido a manos privadas, por las vías de las transferencias “legales” a negocios privados o por negocios oscuros.
No obstante, buscando entre tanta pérdida, desde la indignidad que esto nos produce, hemos visto como resurge la fuerza de la dignidad de la gente que se organiza para reclamar lo que es suyo, lo que es nuestro, lo que está escrito en lo más profundo de los seres humanos: luchar de manera conjunta por recuperar los derechos arrebatados. No se trata de legalidades, que también, sino de los criterios éticos y políticos mínimos, que nos impulsan a tomar las calles, para que nuestras voces contra las muertes que producen los recortes sanitarios suenen altas y claras. Y además es importante que no caigamos en la desesperación de la protesta visceral e individual, que muchas veces se queda en un simple desahogo. Por ello es de vital importancia sumar a más gente cada día en torno a la organización común y colectiva de la protesta y la propuesta.
Mientras tanto, vemos con estupor como Isabel Díaz Ayuso, tan tranquilita ella, dice ahora que se van a abrir las urgencias de Atención Primaria. Esta presidenta no para de sorprendernos, pero nuestras Urgencias siguen cerradas.
Por todo ello, desde la Coordinadora de Organizaciones en defensa de la Sanidad Pública de Torrejón de Ardoz, volvemos a exigir, como se está haciendo desde todos los rincones de nuestra Comunidad, la reapertura inmediata de nuestro SUAP de Veredillas
¡¡LA SANIDAD NO SE VENDE, SE DEFIENDE!!
Tercera convocatoria
Ya el pasado mes de mayo, la plaza mayor de Torrejón se convirtió en el escenario escogido por la Coordinadora de Organizaciones en Defensa de la Sanidad Pública de Torrejón de Ardoz para realizar la primera movilización a favor de la salud pública. En junio, la Coordinadora convocó una manifestación para pedir la reapertura del SUAP (Servicios de Urgencias de Atención Primaria) de Las Veredillas a la que asistieron alrededor de 300 personas, según la organización.
Día tras día, afirmaba Aceña, “aumenta nuestro hartazgo y desesperación ante tanta manipulación ideológica por parte del Partido Popular con su presidenta Ayuso a la cabeza. Lo último ha sido pretender que el personal de enfermería se haga cargo de labores propias del personal médico. No dudamos de la capacidad de las enfermeras y enfermeros que nos cuidan, pero después de despedir a más de 4.000 de ellas y ellos en abril, no se puede pretender saturar más a quienes aún quedan con labores que no son de su competencia”.
Finalmente, se anunciaron nuevas movilizaciones y actos divulgativos para, progresivamente , sumar más gente en la defensa de la Sanidad Pública