Con tan sólo 8 y 6 años, los torrejoneros Abel y Leyre se han convertido en una promesa de la disciplina BMX RACE, una modalidad del ciclismo que se practica con bicicletas cross con ruedas de 20 pulgadas de diámetro. El BMX abarca dos modalidades: carrera, cuyo objetivo es completar el recorrido en el menor tiempo posible, y estilo libre, cuyo objetivo es realizar acrobacias.
Entrevistamos en Diario de Torrejón de Ardoz a Jesús Ramila, padre de los pequeños, quien nos cuenta cómo es el día a día de ambos, y nos habla un poco más de esta disciplina.
«Dentro del BMX hay varias modalidades, en concreto, la que practicamos es BMX RACE (carreras). Es olímpica desde 2008. Se realiza en circuitos de aproximadamente 400/500 metros de largo, normalmente son 4 rectas y 3 curvas», relata Jesús.
En cuanto a las clasificaciones, explica que son clasificatorias de 8 en 8 corredores. “Se realizan 3 carreras clasificatorias (motos) pasando los 4 primeros de cada grupo a eliminatorias, octavos, cuartos, semis y final y pasando también los 4 primeros hasta la final en la que se deciden los ganadores”, explica.
Aunque parezca un deporte muy peligroso, admite Jesús, «los riders van muy bien protegidos y, generalmente, hay pocas caídas de mayor importancia».
En cuanto a la equipación que suelen llevar, consta de casco, guantes, peto integral, coderas y rodilleras. «A partir de 11 años pueden llevar pedales con clips (como los de ciclismo convencional) y, evidentemente, una bici específica, que suele ser de 20 pulgadas, (aunque hay otra categoría denominada ‘cruiser’, de 24 pulgadas)”, apunta el padre de los pequeños.
Más de 100 campeonatos entre los dos
El pequeño Abel lleva practicando este deporte desde los 4 años y su hermana Leyre empezó en la escuela con 2 años y medio con una bici sin pedales (conocida como «strider»).
La primera toma de contacto vino de la mano de una publicidad en una tienda. Cuando Jesús la vio, conoció la escuela del club Olímpico BMX de Madrid y decidieron ir a hacer la primera prueba. «Nos enganchó», confiesa Jesús.
Y desde ese comienzo, los pequeños llevan más de 3 años participando en carreras. «Podrían sumar más de 100 en total, desde campeonatos autonómicos hasta mundiales», apunta Jesús, quien admite que solo les queda la participación en un campeonato europeo. «Hemos asistido a copas de Europa pero no campeonato. La diferencia es que campeonato es a una prueba, y en las copas son varias pruebas en distintas pistas”, asegura.
Es de esperar que, como afirma Jesús, con este nivel de vida, los niños sean muy activos. Su día a día, en parte, es como el de todos los niños, van al colegio CEIP El Buen Gobernador, llegan a casa, se ponen al día con las tareas del cole, «y los días que no hay entrenamiento bajamos al parque central, a la plaza o algún centro comercial», añade Jesús.
A Madrid, tres días por semana para entrenar
Los entrenamientos en la vida de Abel y Leyre son como una clase extraescolar. «Vamos 3 días a la semana a Madrid. Cargamos las bicis en el coche y vamos a la calle Embajadores, 300, donde está la pista. Antes montaba yo, pero ya no me da la vida -ríe- y el entrenamiento dura 2 horas«, explica Jesús.
«Y los días que no hay entrenamiento ni carreras, vamos al pumptrack de Torrejón de Ardoz o al skatepark, o vamos a algún pumptrack que hay en algún municipio cercano. Se están haciendo muchos en el Corredor del Henares, desde Vicálvaro hasta Chiloeches puede haber más de diez», apunta. Aunque la pasión de los niños va más allá del entrenamiento. «Si se pueden llevar la bici a cualquier cosa que hagamos que no esté relacionada con eso, lo hacen», bromea Jesús.
Campeonatos, subcampeonatos y un gran palmarés
A pesar de su corta edad, Abel ya cuenta con dos campeonatos de Madrid y España. Ha conseguido un primer y tercer puesto en la Copa de España, dos victorias en la Copa de Europa de Portugal y nada más y nada menos que 17 del mundo en el Mundial de Bélgica de 2019.
Por su parte, Leyre, con tan sólo 6 años, tiene un gran palmarés. «Es una pena que no haya más niñas practicando este deporte», lamenta Jesús. Además, la pequeña cuenta con dos terceros puestos en el Campeonato de España, un Campeonato de Madrid y ha sido campeona de la Copa de España. Sin embargo, por su edad, no puede asistir a ninguna competición a nivel internacional, «ya que se participa a partir de los 8 años».
Preguntamos a Jesús por la posibilidad de que se dediquen ambos a nivel profesional a esta disciplina en un futuro y es bastante claro. «A quién no le gustaría que su hijo llegase a los más alto del deporte, dice, pero si realmente pongo los pies en la tierra y tengo en cuenta mis valores como padre, lo más importante es que el deporte da unos valores y compromiso muy importantes para la vida y el día a día, además da a la persona unas atributos como el respeto, constancia, esfuerzo, sacrificio, compañerismo etc., que forjan a una persona, todo esto apoyado por una buena formación creo que son cosas clave para el éxito de una persona”.
Escuela de BMX para el Corredor del Henares
Abel y Leyre no son los únicos que practican esta modalidad en el municipio. Y, aunque es un deporte minoritario, cada vez se está demandado más.
“Se están haciendo muchos pumptrack a nivel nacional, y nosotros en un radio de 15/20 kilómetros tenemos alrededor de 20 pistas de este tipo (Ajalvir, Daganzo, Barajas, Azuqueca, Meco, Vicálvaro, Moratalaz, Vallecas, Velilla, Mejorada, Torres, Chiloeches, Torrejón del rey, Rivas-Vaciamadrid, San Martín de la Vega, etc.) que es donde se puede formar la técnica para este deporte y sobre todo sirven como escuela”, añade.
Sin embargo, si hablamos de circuitos específicos de BMX RACE, en Madrid sólo hay tres y son el de Embajadores 300 (capital), Móstoles y El Álamo. «Seguramente, si se formara una escuela en un municipio del Corredor del Henares contaría con más de 100 niños practicando este deporte», asevera Jesús.
¿Cuál sería el lugar idóneo en Torrejón de Ardoz para un circuito de BMX? Preguntamos a Jesús, quien nos da alguna opción. «Un lugar idóneo, por ejemplo, sería dentro del velódromo municipal, ya que es una infraestructura con muy poco uso, y con cuatro camiones de arena y poco más se podría llevar a cabo».
No obstante, más allá de las peticiones, para Jesús lo más esencial e importante como padre es que ve disfrutar a sus hijos en cada momento y las competiciones se convierten en una excusa más para viajar juntos y conocer mundo. «Y para ellos, una oportunidad para crear nuevas amistades. Tengo claro que son niños y ellos siempre serán los que tomen la decisión de continuar practicando este o cualquier otro deporte», concluye Jesús.