La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha presidido este jueves el acto de reconocimiento a las Fuerzas Armadas por su labor durante la crisis sanitaria sin precedentes provocada por el Covid-19, en el que ha agradecido la generosidad de todos los representantes de la sociedad y ha pedido que la experiencia no caiga en el olvido.
En el homenaje celebrado en el cuartel general de la Unidad Militar de Emergencias (UME), en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, Robles ha destacado que “durante estos dos años surgió lo mejor de los seres humanos, entregados, generosos y sacrificados” y ha dado las gracias a las Fuerzas Armadas y a la UME por ser “la gran familia de la que todos formamos parte”.
“En aquel entonces todos fuimos soldados, todos aprendimos de ustedes, de la generosidad, de la eficacia, de la humanidad y de la empatía. Es algo que no tiene precio, que demuestra que España es un gran país y que cuando uno sufre, sufrimos todos”, ha dicho la ministra dirigiéndose a las Fuerzas Armadas en su intervención, en la que tuvo palabras de recuerdo para las víctimas de la enfermedad y sus familiares, entre ellos dos miembros de la UME fallecidos recientemente.
Desde el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, las Fuerzas Armadas han asumido diversas misiones orientadas tanto a prevenir los contagios como a colaborar con el sistema sanitario para paliar las consecuencias de estos. Durante los casi 100 días que duró la operación “Balmis”, en el mayor despliegue militar llevado a cabo en tiempos de paz en España, las FAS realizaron más de 20.000 actuaciones.
Entre dichas misiones han realizado desinfecciones de infraestructuras críticas, traslados interhospitalarios de pacientes con Covid, montaje y gestión de depósitos intermedios de cadáveres, apoyos logísticos para el transporte de materiales o recogida y análisis de muestras.
Actualmente, las FAS continúan llevando a cabo labores de rastreo de contactos de ciudadanos positivos y apoyando al sistema sanitario en la campaña nacional de vacunación, en el marco de la operación ‘Misión Baluarte’.
Al acto acudió también el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que destacó que las Fuerzas Armadas se han situado como “pilar esencial” dentro de las instituciones, debido a su faceta “humana, social, afectiva y sentimental”.
“Madrid sufrió lo indecible en aquellos meses, cuando simbolizó el horror de la pandemia. Siempre sentimos que en esa lucha que entablamos los 47 millones de soldados que había en España, ocupaban un lugar preferente para la sociedad madrileña la UME y las Fuerzas Armadas”, ha dicho el alcalde.
El homenaje había comenzado con las palabras del jefe de la UME, teniente general del Ejército de Tierra Luis Manuel Martínez Meijide, que quiso reconocer la labor de todos los sectores de la sociedad, especialmente del sanitario, que “prácticamente sin medios y sin protección asumió de manera heroica riesgos y penalidades”.
“Su ejemplo fue para la UME la referencia de que nuestro esfuerzo no podría ser nunca menor que el suyo, si ellos se jugaban la vida, nosotros tendríamos que estar a la altura”, ha dicho Martínez Meijide durante el acto en el que también estuvieron presentes la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, el alcalde de Torrejón de Ardoz, Ignacio Vázquez y el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, general de Ejército Amador Enseñat, entre otras autoridades militares y civiles.
La memoria de un soldado
El acto contó con la presencia del comandante del Ejército de Tierra destinado en la UME José María Martín Corrochano, autor del libro “Gracias. Memorias de un soldado en el Palacio de Hielo”, en el que narra su experiencia en la coordinación de tres depósitos intermedios para los fallecidos por Covid-19 en la Comunidad de Madrid, en momentos en que los servicios funerarios se vieron desbordados.
Prologado por la ministra de Defensa, su hilo conductor son los agradecimientos que el autor dedicaba a diario a los distintos sectores de la sociedad involucrados en la resolución de la pandemia y a los que el comandante Martín Corrochano, un veterano militar que ha participado en cientos de misiones internacionales, definía como “soldados de España”.
«Lo que he aprendido de esta pandemia es que todos somos soldados con uniformes de muchos colores”, ha dicho Martín Corrochano, que narró varios momentos emotivos protagonizados por los integrantes de la UME, quienes día y noche acompañaron a los fallecidos en el Palacio de Hielo. “Nunca os habéis quedado solos”, ha dicho.
Para poner voz a los testimonios aparecidos en el libro, la enfermera Susana Luna, empleada en la UCI del hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, se dirigió a los familiares de las víctimas: “Quisiera decirles a sus familiares que siempre tuvieron a su lado una mano amiga para acompañarles en sus últimos momentos”.
Tras ella intervino Ana Lozano, trabajadora de Grupo 5, una empresa dedicada a la atención de personas en situación de vulnerabilidad, que también dio las gracias a la UME y a las administraciones públicas. “Tuvimos que remar y remamos, pero no lo hicimos solos”, ha dicho. El acto finalizó con un homenaje a los caídos, en el que se ha entonado la canción “La muerte no es el final”.
Más información
- La Base Aérea de Torrejón supervisa unos 15.000 sobrevuelos cada 24 horas
- ¿Sabías que el primer helicóptero que usó la Guardia Civil está en Torrejón?
- Documental: así se vivió la pandemia en el Hospital de Torrejón de Ardoz
- Las consecuencias de la pandemia, analizadas por expertos en salud mental del Hospital de Torrejón