La Comunidad de Madrid está distribuyendo más de 175.000 pruebas de antígenos para asegurar la realización de cribados con el objetivo de detectar posibles casos de Covid-19 entre los trabajadores de los centros sociosanitarios de la región. «Con esta medida, a través de las Consejerías de Sanidad y Familia, Juventud y Política Social, se pretende priorizar y garantizar su seguridad y la de los usuarios de estos recursos, que forman parte de los colectivos más vulnerables a la pandemia», apuntan desde la región.
El grueso de este reparto está llegando a las residencias de mayores, cuyo protocolo recomienda desde la pasada semana la realización de un test semanal a los trabajadores no vacunados y dos o tres pruebas cada siete días a los que no tengan pauta de vacunación. Este control también se extiende al personal vacunado que haya estado en contacto estrecho con un caso positivo, que no hará cuarentena pero tendrá un seguimiento durante los diez días posteriores a ese contacto con al menos dos pruebas.
Además, la Dirección General de Atención al Mayor y a la Dependencia dispone desde la semana pasada de 100.000 test de antígenos, a los que estos días se van a sumar otras 40.000 unidades, para distribuirlos entre las residencias y centros de día para mayores dependientes privadas y concertadas.
Durante el fin de semana se han repartido casi 15.000 pruebas a 112 pequeños y medianos centros residenciales de la región. Por su parte, las residencias y centros públicos gestionados por la Agencia Madrileña de Atención Social cuentan con 12.500 test, a los que en breve se van a añadir otros 12.000.
El reparto también se ha extendido a los recursos especializados que atienden a personas con discapacidad, tanto residenciales como no residenciales, entre los que se están distribuyendo cerca de 10.000 pruebas.
Asimismo, a través del Samur Social también se están haciendo llegar otros 1.000 test para los trabajadores de servicios relacionados con la protección a personas en situación de vulnerabilidad social.